La Pirotecnia Gironina ha disparado un nutrido montaje de material que, a priori, ya llamaba la atención. Igualmente se hacia notar la poco convencional distribución del bombardeo, pero bueno, eso más adelante.
Arranque con traca corrida y principio de fases aéreas con candelas, baterías compactos de silbadoras, descargas y truenillos. Los cambios de fase se hicieron previo golpe de arrebato. Transición a la parte de retenciones terrestres correcta, de menos a más y con acompañamiento de silbadoras y truenillos en compactos. El ritmo se fue cogiendo en franca aceleración hasta que entró el muy nutrido terremoto, que tronó en cuatro vueltas. El bombardeo, ahora hablamos de el, estaba montado con separación de baterías (en lugar de la configuración típica de alineación de baterías en progresión) en dos frentes, uno paralelo a Telefónica y otro paralelo a Correos. Además de los consabidos truenos de bombardeo incluyeron volcanes de chicharras, serpentinas y truenillos dorados. Un golpe de truenos debía de haber dado por finalizada la dispará, pero… una línea de la parte de Correos se quedó sin entrar en su momento y siguió lanzando una vez terminada la mascletá. Una verdadera lástima este borrón a un magnífico trabajo de montaje y disparo. La profesionalidad y buen hacer de la empresa está por encima de «accidentes» de este tipo, pero que le vamos a hacer, hoy salió cruz…. ¡¡Ánimo Gironina y os esperamos el año que viene!!
Desde más allá de la segunda palmera, mañana más.
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Tono Fernández
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Disparo terremoto