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ALBERTO FERRER RETORNA AL MUNDO DE LAS FALLAS EN VIDAL DE CAÑELLES-SÁNCHEZ COELLO Y MURILLO-PALOMAR

Cuatro años han transcurrido desde que vimos la obra de Alberto Ferrer en Plaza Rojas Clemente. 2011 será el año de su vuelta y lo hará plantando la falla grande de Murillo-Palomar, y grande e infantil en Vidal de Cañelles-Sánchez Coello. A continuación, podéis ver el comunicado que nos remite el propio artista.

Apreciados medios de comunicación, amigos y amigas, todos:

Me complace profundamente el poder escribiros para comunicaros mi retorno, tras cuatro años de silencio artístico, al mundo de las fallas. Tras mi debut en la plaza de Rojas Clemente, en 2006, será el año 2011 en aquel que continúe esbozando mi carrera artística. La apuesta valiente de las comisiones Vidal de Cañelles – Sánchez Coello y Murillo – Palomar ha sido decisiva para mi retorno. En la primera plantaré tanto el monumento mayor como el infantil, mientras que en la segunda únicamente el mayor. La búsqueda de cuatro años ha fructificado gozosamente gracias a estas comisiones que han decidido apostar por no anclarse en el costumbrismo predominante y tender así hacia nuevos campos y metas.

Los proyectos, los cuales conoceréis más adelante mediante una presentación de los mismos, permanecen por el momento en el escondite de la maduración pero sencillamente podéis vislumbrar ya su horizonte. Mientras que en la infantil trato de acercarme lo máximo a los niños, que ellos sean participes y se sientan identificados con la misma; las grandes se situarán en la línea de un trascendentalismo tanto intelectual como físico intentado quedar al margen del mero arte retiniano, con el objetivo de que el ojo no sea un mero fin, sino el medio para poner en marcha la actividad cerebral frente al impacto que produce la obra. Sencillamente se trata de no quedar sumergidos en la profundidad de la anestesia artística.

Fuera de la generación de la polémica, mi retorno es sencillamente una propuesta, una invitación al cambio. Es un lanzar una idea para aquel que quiera compartirla. Al fin y al cabo el objetivo de mi obra no es tanto cambiar el mundo, cuanto que el mundo no me cambie a mí.

Muchas gracias.

Un cordial saludo,

Alberto Ferrer García


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